Año nuevo, vida nueva, decía el poeta. Liga nueva, equipo nuevo, ha dicho Olympique.
Parece que la revolución llevada a cabo por la directiva echa a andar con buen pie. Y es que después de las incontables bajas sufridas por los naroneses, el staff técnico se vio obligado a trabajar a destajo para tapar las ausencias sufridas, y vaya si lo han conseguido.
En este primer partido sólo han podido debutar tres de sus fichajes: Kike, antiguo jugador del Olympique repescado después de su grave lesión de tobillo; Manil, aguerrido defensa y Fer, una de las seguras revelaciones de la liga.
Y es que lo se presagiaba como una derrota segura, se transformó ya en los primeros compases de juego en un partido disputado pero controlado en todo momento. Con este lavado de cara, el Olympique apuesta más por el contragolpe, cimentando su juego es una desconocida seguridad defensiva y en la velocidad de sus jugadores de ataque.
Corría el minuto 5 de partido cuando los gemelos Saadedine fabricaron el primer gol: después de un saque de esquina conseguido por Santi, Yaser puso en juego el esférico para que Tarek, de perfecto cabezazo, pusiera el 1-0 en el luminoso.
A partir de ese momento, los naroneses cedieron el control del juego al equipo contrario, que una y otra vez se estrellaron en la defensa del Olympique. Mención aparte merece Manil, el nuevo mariscal de campo, que siempre guardó la posición. Pero si un jugador destacó en este partido por encima de los demás, ese sin duda fue Campos. Portentosa actuación la del guardameta, con acciones de todo tipo. Con paradas por alto y por bajo. Con estiradas imposibles. Con una seguridad que en caso de ser mantenida catapultará sin duda al Olympique al grupo de favoritos.
Y así, sin mayor historia, se llegó al descanso. Ya en ese momento se veía claramente que el partido era para los naroneses, que aún dando descanso a sus jugadores estrella mantuvo su nivel defensivo y dispuso de un par de contragolpes realmente peligrosos.
Al poco de la reanudación, una jugada personal de Yaser dio el segundo gol al Olympique: carrera en largo, recorte y gol. Una gran acción, muestra una vez más del contragolpe utilizado por el equipo local.
Poco después de conseguir el 2-0 se produjo uno de los pocos despistes del Olympique, despiste heredado de años pasados y que no consiguen solucionar: su falta de intensidad en las jugadas a balón parado. Justo después de un tiempo muerto, el equipo contrario ejecutó un saque de esquina, cuando un jugador rival fue capaz de controlar el balón en el área, bajarla con el pecho y fusilar a bocajarro a Campos. Una acción imperdonable para un equipo con ciertas aspiraciones.
Pero ni en ese momento se vio peligrar el partido. Y es que Campos seguía rayando a un nivel increíble (inverosímil su parada en la cruceta), la defensa mantenía su solidez y el contragolpe seguí produciendo acciones contínuas (balón al palo del mariscal y balón a la cruceta de Yaser, después de una memorable chilena).
Y así se llegó al final del partido. Partido corrido, trabajado y sudado, pero en ningún momento sufrido. Si esta va a ser la tónica general del año, grandes espectativas pueden tener los naroneses, más aún teniendo en cuenta la llegada de dos hombres de calidad y físico como Damián y Rafa.
Fueron baja por viaje de placer Damián, y por comida de negocios Bolo (se rumorea que estaba negociando la recalificación de la ciudad deportiva, extremo no confirmado todavía).
Pobre entrada en el Municial de Caranza.
Parece que la revolución llevada a cabo por la directiva echa a andar con buen pie. Y es que después de las incontables bajas sufridas por los naroneses, el staff técnico se vio obligado a trabajar a destajo para tapar las ausencias sufridas, y vaya si lo han conseguido.
En este primer partido sólo han podido debutar tres de sus fichajes: Kike, antiguo jugador del Olympique repescado después de su grave lesión de tobillo; Manil, aguerrido defensa y Fer, una de las seguras revelaciones de la liga.
Y es que lo se presagiaba como una derrota segura, se transformó ya en los primeros compases de juego en un partido disputado pero controlado en todo momento. Con este lavado de cara, el Olympique apuesta más por el contragolpe, cimentando su juego es una desconocida seguridad defensiva y en la velocidad de sus jugadores de ataque.
Corría el minuto 5 de partido cuando los gemelos Saadedine fabricaron el primer gol: después de un saque de esquina conseguido por Santi, Yaser puso en juego el esférico para que Tarek, de perfecto cabezazo, pusiera el 1-0 en el luminoso.
A partir de ese momento, los naroneses cedieron el control del juego al equipo contrario, que una y otra vez se estrellaron en la defensa del Olympique. Mención aparte merece Manil, el nuevo mariscal de campo, que siempre guardó la posición. Pero si un jugador destacó en este partido por encima de los demás, ese sin duda fue Campos. Portentosa actuación la del guardameta, con acciones de todo tipo. Con paradas por alto y por bajo. Con estiradas imposibles. Con una seguridad que en caso de ser mantenida catapultará sin duda al Olympique al grupo de favoritos.
Y así, sin mayor historia, se llegó al descanso. Ya en ese momento se veía claramente que el partido era para los naroneses, que aún dando descanso a sus jugadores estrella mantuvo su nivel defensivo y dispuso de un par de contragolpes realmente peligrosos.
Al poco de la reanudación, una jugada personal de Yaser dio el segundo gol al Olympique: carrera en largo, recorte y gol. Una gran acción, muestra una vez más del contragolpe utilizado por el equipo local.
Poco después de conseguir el 2-0 se produjo uno de los pocos despistes del Olympique, despiste heredado de años pasados y que no consiguen solucionar: su falta de intensidad en las jugadas a balón parado. Justo después de un tiempo muerto, el equipo contrario ejecutó un saque de esquina, cuando un jugador rival fue capaz de controlar el balón en el área, bajarla con el pecho y fusilar a bocajarro a Campos. Una acción imperdonable para un equipo con ciertas aspiraciones.
Pero ni en ese momento se vio peligrar el partido. Y es que Campos seguía rayando a un nivel increíble (inverosímil su parada en la cruceta), la defensa mantenía su solidez y el contragolpe seguí produciendo acciones contínuas (balón al palo del mariscal y balón a la cruceta de Yaser, después de una memorable chilena).
Y así se llegó al final del partido. Partido corrido, trabajado y sudado, pero en ningún momento sufrido. Si esta va a ser la tónica general del año, grandes espectativas pueden tener los naroneses, más aún teniendo en cuenta la llegada de dos hombres de calidad y físico como Damián y Rafa.
Fueron baja por viaje de placer Damián, y por comida de negocios Bolo (se rumorea que estaba negociando la recalificación de la ciudad deportiva, extremo no confirmado todavía).
Pobre entrada en el Municial de Caranza.
